Necesito verte. Y sé que tú a mi también. Ya no quiero mirarte de reojo, ni hacerme el encontradizo, ni esperar casualidades. No me interesa saber si tienes a alguien o no, o si eres madre o abuela, o si eres virgen, o puta. Todo eso me da igual, porque tú y yo estamos más allá de cualquier circunstancia, de cualquier contrasentido, más allá incluso de nuestras propias apariencias. Tú eres tú, y lo demás me sobra. Solo sé que necesito verte, estar contigo, olerte, tocarte. Vivirte.